sábado, 11 de octubre de 2008

Poema 13


Amalia

Inesperadamente
como una verdad que alguien dice sin que nadie pregunte
cuyos acentos persisten suspendidos como dedos reposantes en el aire,
te acercaste
tan amablemente, pacíficamente,
que la indiferencia vanidosa, vidente sólo de sí misma,
se rindió ante la curiosidad postergando su espejo de ínsula
para mirarte,
ofrenda inofensiva de dulzura trascendiendo días atiborrados de multitudes
y vacantes de compañía
e imperceptiblemente,
como cuando sucede la tenue explosión de una flor nueva, distinta, incomparable,
o la inexpresable ocultación del invierno desvaneciéndose en primavera,
ocurrió
que mis recovecos huecos de voces, pletóricos de silencios demasiado infinitos,
se poblaron espaciosamente de tus palabras benévolas como tus maravillosas pupilas crédulas,
y hoy
somos un pronombre plural y abundante como la cosecha de frutal lucidez de
nuestros diálogos desmesurados que, cada vez más,
necesitan menos de palabras.




1 comentario:

Loren dijo...

Amalia es la palabra amistad y sus confines, el dicho y el hecho, la transparencia, el bálsamo, la sinceridad, la entrega, la presencia. Haberla conocido es una de las pocas caricias de la vida. Que me haya elegido como amiga es uno de los más regocijantes honores con los que me ha bendecido el azar.