jueves, 26 de febrero de 2009
Poema 85
despego lentamente mi cuerpo de su cuerpo,
mis ojos que cuelgan sin alas del precipicio de sus poros
desbordantes,
el cuello de mi soledad de sus manos crispadas como garras alrededor
del tiempo,
mi eco resbaladizo del silencio plateado y húmedo de su piel,
la contracción de mis cabellos de la duna egoísta de su vientre cíclope,
agudo, disonante,
enredado para siempre entre las cuerdas que tensan los caballos suicidas
de la altanería del miedo
enero 2009