sábado, 11 de octubre de 2008
Poema 39
Lentamente me despojo de los árboles
para ir al encuentro de las excesivas piedras
que desnudan al dolor del ropaje de mi mirada,
mientras la vecindad de la distancia
teje un nuevo vestido
con la demora de lo que jamás vuelve
sólo poseo la verdad efusiva, intocable, cruel,
y la libertad es un llanto que sabe
que la memoria tiene el mismo tamaño que el olvido
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