sábado, 11 de octubre de 2008
Poema 43
Dejaré de buscar en las atolondradas brasas
el humo que mezquina la transparencia
de lo que es,
y ahuyentaré el alarido que ilustra mi plena tristeza
como el desgarro de un lienzo de vísceras despiertas
en la noche
y así
como una música que se oye más fuerte que el aire
prolongado de la escasez
la verdad pura ejercerá su cuerpo despabilado
mientras se pueblan de crudeza las cuencas
de las horas
y así
seré una cuna meciendo la premura que se apaga
por el agua lenta de la pérdida
hasta que el temblor de la desnudez recuperada
sea sólo viento
donde el tiempo resquebraja
al frío.
21-04-08
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