sábado, 11 de octubre de 2008
Poema 58
Remansos de tierra revuelta como golpes
de suavidad con manos con olor a lluvia que
a veces se sofoca de vapor interior
tan inmenso
que parece que vas a morir entre esos dedos tuyos
con la boca árida y toda esa tormenta de florecillas
que caen tan lejos de tu frente
aunque tus ojos puedan deglutir su amarillo en pizcas
que no lastimen ni pupilas ni gargantas remotamente
cerradas como un paño de terciopelo azul marino
tan hermoso como tanto océano entre frágiles costillas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario