¿Y si todo fuera tan extraño como
su imagen?
Un gris sin rostro volviéndose agua
una tarde creyéndose libre en el desparpajo desnudo del balcón
un insecto cargado de perseverancias
el rincón donde se secan los restos de las voces húmedas y
sus luciérnagas…
Antes de que se apague el olor de los buenos días y sus
hermosas cortinas manchadas de sombras frescas como de barro,
otra vez el silencio se abrirá, como un párpado adormecido,
en la mirada ajena que toca todas las cosas.
14-4-10