martes, 29 de marzo de 2011

Poema 107

En la humedad de paredes gentiles de sombras
encuentro pueblos cuyas puertas parecen alas que tocan,
ciegamente, naturalmente,
al silencio;
y no duele la lluvia dentro de sus bordes rectangulares,
no duele,
porque su aire de vaivén tierno sabe cómo abrazar esa desmesura que,
como un manto de temores,
pende del cielo parpadeante hasta mojarme
las manos.


28-11-10