viernes, 10 de octubre de 2008

Diario: Nro. 10 - 15-04-08


De pronto me siento omnipotente. Termino este poema y me percibo dueña de todas las posibilidades, de todos los caminos, de todas las distancias que podré alcanzar con las ramas que me crecen de los dedos que se estiran mientras me crecen uñas verdes como hojas. Y siento ganas de llorar, de reír, de estar viva un minuto, de sentirme este silencio con ruido a voces, a ladridos, a máquina. No sé cuánto me durará esta pequeña vida, cuánto me durarán las pocas lágrimas antes de que vuelva el miedo que todo lo reseca, lo entibia, lo mutila…Creo que ya pasó porque la respiración se siente como una daga y vuelvo a comprimirme.


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